Más policías a cargo de la seguridad y menos en labores administrativas

Es importante implementar cambios que vayan acorde a la realidad del país. Y es urgente modificar esas funciones administrativas que sólo descuidan el trabajo policial.

El año pasado propusimos descongestionar las funciones de Carabineros y los funcionarios de la Policía de Investigaciones, delegando tareas que hoy cumplen y que bien podrían ser asumidas por otros organismos del Estado, permitiendo a las policías enfocarse en labores más directamente relacionadas con la seguridad pública y la investigación criminal.

Hoy tenemos a nuestras policías realizando notificaciones de resoluciones judiciales, fiscalizando el cumplimiento de la Ley de Tránsito y en eventos masivos, lo que implica disponer de cientos de uniformados, con el consecuente desmedro para la función de seguridad que requiere la comunidad.

Hemos planteado la necesidad de que las notificaciones recaigan en los funcionarios del Poder Judicial y que se capacite a funcionarios municipales para que realicen esta labor.

De igual manera, se requiere fortalecer los departamentos de tránsito de los municipios para que puedan asumir labores de control y fiscalización en sus comunas.

Además, es fundamental que los municipios implementen una unidad especializada en el control de eventos masivos, cada vez más frecuentes en todo el país, para verificar las condiciones de seguridad de recintos, control de aforos y fiscalización de bebidas alcohólicas.

Es importante implementar cambios que vayan acorde a la realidad del país. Y es urgente modificar esas funciones administrativas que sólo descuidan el trabajo policial.

Hacia un Fast Track Legislativo en Seguridad 2.0

La crisis de seguridad que se vive en el país ante la amenaza del terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado es evidente. El 2022 respecto del 2021 los delitos de mayor connotación social aumentaron un 45,3%, el 2023 respecto del 2022 un 5,5%. Desde el 2022 a la fecha han sido asesinadas más de 1900 personas. Esta semana se cumplió un año del compromiso en seguridad que realizó el Gobierno, la Cámara de Diputados y el Senado, denominado “Fast Track Legislativo” donde se comprometieron 31 proyectos de ley.

De esos proyectos, el 74% fue despachado del Congreso Nacional, encontrándose entre aquellos, iniciativas muy relevantes como la que elevó las sanciones de la usurpación a penas privativas de libertad -de la cual soy autora- o la nueva regulación contra el crimen organizado que venía del gobierno anterior. Con todo, subsisten aún 8 proyectos en tramitación que no han tenido la celeridad adecuada. Así, llama poderosamente la atención el proyecto que moderniza el Sistema de Inteligencia del Estado cuya tramitación de parte del Gobierno se ha demorado en demasía, pese a la evidente necesidad. Del mismo modo, las nuevas reglas de uso de la fuerza para nuestras FF.AA. y las policías, en que el Presidente Boric lejos de protegerlas, le ha puesto cortapisas a su actuar conflictuando la tramitación. Para qué decir la relevancia de la Defensoría de la Víctimas de Delitos, que recién hace unas semanas pasó a su segundo trámite constitucional.

Es de esperar que todas las iniciativas comprometidas que se encuentran pendientes avancen y tengan la calidad que se requiere. Sin embargo, no basta solo eso, es de extremada relevancia que se incorporen más iniciativas este 2024 como lo propuso el Presidente del Senado. En efecto, ¿cómo no va a tener prioridad la iniciativa que establece una nueva ley antiterrorista; la que fortalece el Ministerio Público; la que permite el resguardo de la infraestructura crítica y la protección de fronteras por las FF.AA.; la que moderniza la carrera policial de Carabineros o la que tipifica el ingreso clandestino al país como delito?

Así las cosas, es de suma relevancia que el Gobierno le de urgencia y comprometa con plazos concretos el despacho de tan importantes proyectos de ley que hoy por hoy, no se encuentran en el Fast Track Legislativo. De una vez por todas se debe entender que el Estado debe poner todas las herramientas a disposición de los chilenos y chilenas para poder resguardar su seguridad y la de sus familias.

MILES DE ESCOLARES SIN EDUCACIÓN EN ATACAMA

Casi dos meses llevan sin clases los alumnos de esta región, con el riesgo que pierdan el año escolar. Problemas en el traspaso desde el sistema municipal al Servicio Local de Educación Pública llevó a los docentes a paralizar. Como integrante de la Comisión del Senado hago llamado al gobierno y actores regionales a buscar una solución inmediata para que se reinicien las clases, porque la prioridad son los estudiantes, entendiendo que se deben resolver los inconvenientes que expresan los profesores.

Atentado contra la humanidad

cumple una semana desde el despiadado ataque terrorista perpetrado por el grupo Hamás en Israel. Este ataque ha dejado un gran número de personas fallecidas, incluyendo niños y adultos mayores, así como miles de heridos y civiles secuestrados. Quiero compartir esta reflexión en una carta al director sobre la amenaza que estos hechos representan para la humanidad.

Veto del Gobierno desprecio a las víctimas

El gobierno no logra dimensionar el impacto que tiene para las miles de víctimas de usurpación el veto que le aplicó a la ley aprobada por el Congreso y que ahora complica la posibilidad de contar con una norma moderna y eficiente. Comparto carta en La Tercera donde expongo este punto.

Atentado en Traiguén

Comparto carta al director en diario Austral de La Araucanía, abordando la dimensión humana de quienes viven bajo la constante amenaza y ataques de las orgánicas radicales. Una dolorosa realidad que parece no tener fin.