La senadora Carmen Gloria Aravena explicó que hoy el crimen por encargo es considerado sólo como un agravante del delito de homicidio.
Ante la hipótesis de un aumento en Chile del sicariato, o crimen por encargo, la senadora (IND pro RN), Carmen Gloria Aravena, presentó un proyecto de ley que busca una tipificación distinta para este delito, esto debido a que hoy nuestro Código Penal lo reconoce sólo como un agravante del delito de homicidio.
Al respecto, la parlamentaria explicó que, aunque en nuestro país el sicariato no es todavía un tipo de crimen frecuente, como sí lo es en Brasil, Colombia o México, hoy este delito constituye una problemática a prevenir, para evitar la formación de grupos criminales que proporcionen este servicio.
“El reciente asesinato por encargo de un ingeniero comercial en la comuna de Concón, ha revivido la preocupación por esta modalidad delictiva, sacando a la luz esta realidad. De acuerdo a diversos expertos, e incluso el ex Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, ha reconocido que el sicariato ha ido en aumento durante los últimos cinco años. Sin embargo, hoy se considera sólo un agravante del delito de homicidio, que se comete a cambio de una compensación económica pactada”, sostuvo Aravena.
Asimismo, la parlamentaria añadió que “es necesario reforzar de manera importante la sanción del sicariato a fin de dar una señal clara, fuerte y contundente, sobre la necesidad de sancionar con el máximo rigor de la ley este tipo de delitos de alta connotación pública y que dan cuenta de un verdadero entramado criminal que posee altos niveles de organización y preparación”.
El proyecto de ley busca incorporar la hipótesis específica del delito de sicariato en el Código Penal, el cual busca sancionar con penas que comienzan desde el presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado, con la particularidad que será sancionado con igual pena a aquel que encargue el homicidio, a fin de sancionar de igual manera tanto al autor material como intelectual del homicidio.
La iniciativa legal fue respaldada por los senadores Francisco Chahuán y Kenneth Pugh.