Una nueva Esperanza para la Pesca Artesanal

El Gobierno está cumpliendo sus compromisos en una serie de reformas con el sector pesquero en especial con la pesca artesanal, a la propuesta de reforma presentada por nuestro Presidente Piñera a la cuestionada Ley de pesca,” denominada Ley Corta”, actualmente en discusión en el Congreso, se suman los últimos anuncios realizados en la Comisión de Pesca de Senado, instancia de la que formo parte.

El pasado miércoles, el Subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, nos dio una extraordinaria noticia, que involucra al sector pesquero artesanal, dado que anunció que existe voluntad del Gobierno en presentar una próxima iniciativa que va en el camino de la regionalización de los recursos pesqueros lo que permitirá a cada una de las regiones contar con una política pesquera acorde y vinculante a su propia realidad. Por otro lado, se pretende abrir los registros pesqueros y además tratarlos regionalmente, lo que va a permitir un desarrollo equilibrado desde el punto de vista de los recursos y justo desde el punto de vista de la actividad de la pesca principalmente artesanal.

Esta noticia no sólo es valiosa para la región que represento, sino que también, abre una nueva esperanza en el sector artesanal de un desarrollo pesquero sostenible y a escala humana. Con esto, la historia cambia, ahora se pueden realizar múltiples acciones productivas no sólo desde el punto de vista de la actividad pesquera, sino también de la pequeña industria vinculada al rubro.

Esta medida es una demanda requerida desde hace muchos años por parte de la comunidad y viene a complementar un gran compromiso por modernizar un sector económico que debe ser una oportunidad de trabajo no sólo para la pesca industrial, sino también, abrir la cancha a otros actores que han estado relegados a políticas que no se condicen con los tiempos.

Por otra parte, este anuncio vino acompañado de la mención realizada por el Subsecretario de Pesca, que dice relación con la creación de una Ley de Acuicultura, normativa con la que hoy nuestro país no cuenta, pero que en países desarrollados se dispone desde hace bastante tiempo. Esto implica una innovación y una especialización del más alto nivel para el país.

¿Indolencia o indiferencia?: el mal que afecta a nuestra sociedad

A diario me pesa el corazón al escuchar una y otra historia de violencia hacia las mujeres, adultos mayores y menores de edad, quienes incluso toman la determinación de suicidarse al creer que no existe otra solución para sus problemas y preocupaciones.

Hace algunos días conocimos el triste final de Sara Riquelme, una joven madre de Nueva Imperial cuya vida a los 25 años parecía ser completamente perfecta y feliz. No obstante, su pareja y padre de un pequeño de sólo nueve años, decidió asesinarlos para después quitarse la vida.

¿Qué sucedió con el entorno de Sara que no la protegió? ¿Cómo nadie se dio cuenta de su sufrimiento? Estas y otras interrogantes surgen en mi cabeza cuando pienso en Sara y en muchas mujeres que pueden estar sufriendo violencia sin que nadie lo sepa. En ocasiones, más de algún familiar tiene conocimiento de episodios de violencia, tanto física como sicológica, pero lamentablemente prefieren no entrometerse porque aún en el Chile del Siglo XXI se cree que en el popular dicho “La ropa sucia se lava en casa”.

El Femicidio de Sara, el cuarto en la Araucanía en lo que va de este año, y el número 25 en nuestro país, no es mi única preocupación, ni tampoco un caso aislado que ejemplifica la indolencia social ante el dolor ajeno.

Múltiples factores pueden influir en casos de violencia intrafamiliar que terminan en Femicidio, bastante se ha dicho del rol machista que aún muchos hombres ejercen sobre sus parejas de quienes se creen dueños. Sin embargo, frente a todo orden de casos que vemos a diario, considero que uno de los factores a considerar es la falta de empatía del entorno social con quienes están sufriendo.

La tarde del lunes 13 de agosto me enteré por las redes sociales de un nuevo caso de indolencia social. Una mujer de 62 años fue hallada muerta al interior de su domicilio en la ciudad de Viña del Mar y, aunque parezca increíble, la data de su fallecimiento era aproximadamente de 45 días. ¿Cómo es posible que nadie se haya dado cuenta de su ausencia?

Otros casos de indolencia, que lamentablemente cada vez son más frecuentes en nuestra sociedad, son los suicidios de adolescentes, que al vivir en un mundo automatizado y sin empatía toman la decisión incorrecta. Todo Chile se conmovió con el caso de la joven de 16 años que fue hallada muerta en el baño de una conocida cafetería. La menor, era alumna del Colegio Nido de Águilas de Lo Barnechea, sufría de bullying a través de sus redes sociales.

Ante los casos mencionados, sólo a modo de ejemplo, surge el cuestionamiento, una reflexión profunda y la búsqueda de una solución. ¿Qué nos pasa como sociedad que somos indolentes ante el dolor ajeno? ¿Qué puede hacer cada uno de nosotros para cambiar esta situación que nos afecta a todos?

Lo primero es comenzar a observar detenidamente nuestro entorno, conozcamos y dialoguemos con nuestros vecinos, ayudemos a un adulto mayor cuando veamos que requiera auxilio en la vía pública, saludemos y agradezcamos al conductor de la locomoción colectiva a diario, así con cada pequeño gesto estaremos aportando un granito de arena para cambiar una sociedad que ha perdido la empatía con el otro.