En forma unánime, por 36 votos a favor, logramos aprobar en general la Reforma al Código de Aguas. Cambia completamente la figura y gestión del recurso, pues el Estado podrá terminar con los derechos de uso que no se utilicen, para evitar la especulación, y sobretodo para priorizar el consumo humano. Después de casi 11 años dimos un paso importante, que esperamos pronto sea ratificado por la Cámara de Diputados.